¿Te gustaría saber cuando subo nuevo contenido?

Déjame tu nombre y correo y te notificare cada vez que suba nuevas obras al sitio web.

Las 10 “verdades” sobre el trabajo que nos creímos.

Trabajo

Como dijo Steve Jobs en su discurso de Standford.

Hay ciertas “verdades” que solo son ciertas porque, al ser repetidas hasta el cansancio, terminamos aceptándolas.

A continuación, te dejo esas “verdades” que, por experiencia, he encontrado que son falsas.

1. “Eres tu trabajo”

No, tú no eres tu trabajo. Tu trabajo es tan solo una parte de ti, un elemento más que compone al ser tan complejo y diverso que eres.

—¿Quién eres?

—Me llamo Daniel y soy jefe de Recursos Humanos / ingeniero / doctor.

¿Cuántas veces nos presentamos y lo primero que nos identifica, además de nuestro nombre, es nuestra profesión?

Una respuesta casi automática que rara vez nos cuestionamos… hasta que dejamos de ser nuestro trabajo. Sea por un despido, una renuncia o porque decidimos cambiar de carrera.

Un cuestionamiento que a muchos nos deja un sinsabor: “Si no soy publicista, ingeniero, etc., ¿entonces quién soy?”


2. “Un empleo de 9 a 5 es estabilidad”

Tener un trabajo típico de 9 a 5, con contrato a término indefinido, te da una ilusión de estabilidad. Pero la verdad es que no es más que eso: una ilusión. En cualquier momento puedes ser despedido y reemplazado, con o sin justa causa.

El contrato te garantiza una pequeña indemnización. Un breve periodo de seguridad que te costó gran parte de tu libertad.

La verdadera estabilidad viene de adentro: de cultivar las habilidades para generar varios ingresos, de la capacidad de adaptarse, de la salud física y mental. No de un contrato.


3. “Más horas = más valor”

Nos dicen que, mientras más trabajemos, más comprometidos y productivos somos. Lo que no nos dicen es que trabajar más nos hace trabajar peor: somos menos eficientes, rendimos menos.

Dejamos a un lado hacer las cosas bien por parecer estar ocupados, y para que nuestros jefes sientan que su dinero está bien invertido: “Lo importante es que no esté haciendo nada”.


4. “Un título te garantiza un buen empleo”

“Mijo, estudie para que sea alguien en la vida”.

Para ser alguien en la vida, lo único que hay que hacer es nacer (recuerda: tú no eres tu trabajo, ni tampoco tu título universitario).

Tener un título no garantiza nada. Solo incrementa las posibilidades de obtener un trabajo. Pero hoy en día hay más de una forma de incrementar esas posibilidades. El autoaprendizaje y demostrar que tienes las habilidades muchas veces pesan más que el diploma.

Y sí, sé que hay carreras que es fundamental certificar —como medicina o derecho—, que aún se benefician de ese modelo antiguo de educación de la revolución industrial.


5. “Hay que subir la escalera corporativa”

—¿Cuáles son tus objetivos dentro de la empresa?

—Aprender mucho, desarrollar mis habilidades y crecer dentro de la empresa. Quizás ocupar cargos de liderazgo con mayor responsabilidad.

Pregunta típica y respuesta típica.

Dios nos perdone si alguien simplemente responde:

“Mi objetivo es poder hacer mi trabajo muy bien, no sacrificar mi salud física y mental en demasía, y usar el dinero que me paguen acá para financiar la vida que deseo. Por ahora no me interesa liderar equipos ni tener más responsabilidades. Ya tengo suficiente con las de mi vida, que no son laborales.”

Lo cierto es que no todo el mundo quiere —ni debe— ser jefe. Crecer no es solo hacia arriba. Se puede crecer hacia los lados, hacia adentro, hacia la paz mental y la serenidad.


6. “El mercado es justo: ganas lo que mereces”

No. El mercado no es justo. Es correspondiente.

Corresponde a las condiciones que haya en el momento. El sueldo está influenciado por infinidad de elementos: prejuicios, capacidad para negociar, desigualdad estructural, momento económico, etc.

Sería genial si fuera justo… pero, ¿quién dice qué es lo justo? ¿Qué es la justicia?

Mientras resolvemos eso, recuerda que ganas lo que aceptas. Y hasta que la inconformidad no te lleve a tomar acción para ganar lo que crees que mereces, nada va a cambiar.


7. “Productividad = éxito”

Hay un culto a la productividad. Miles de libros sobre cómo ser más productivo, herramientas mágicas que multiplican tu productividad por cinco… y nada es suficiente.

Siempre se puede ser más productivo. Optimiza tu vida desde la hora en que te despiertas hasta lo que comes, cómo lo comes y cuándo lo comes.

Todo para honrar al dios Productividad.

Pero hay cosas más —o al menos igual de— importantes que la productividad, que están siendo olvidadas.

No dejes que esta ceguera te afecte. Recuerda que no siempre hay que estar ocupado haciendo nada. El ocio, la calma y la quietud también tienen su valor y su momento.


8. “El trabajo está separado de la vida”

En esta empresa respetamos mucho el equilibrio vida-trabajo.

La vida y el trabajo no son dos mundos diferentes. El trabajo es parte de la vida, aunque a veces esta se lo trague todo.

Olvida el “equilibrio vida-trabajo”. Enfócate solo en el equilibrio. Tienes una sola vida y no es sano ni recomendable que la mitad —o más— la acapare un solo aspecto.


9. “Trabajar en lo que te gusta es un lujo”

No todos pueden seguir su pasión desde el inicio. Pero el trabajo con sentido no debería ser raro. El sistema puede rediseñarse para valorar la dignidad por encima de la eficiencia.

Mientras eso pasa, haz lo que te gusta, traiga dinero o no. Al final, la vida es más que solo trabajar.


10. “La gente solo trabaja por dinero”

El dinero es solo uno de los elementos que motivan para trabajar. Pero la realidad es que las personas trabajamos también por reconocimiento (tener un título pomposo), propósito (creer en el impacto de lo que se hace), pertenencia (sentir que haces parte de algo importante), reto (demostrar que puedes superarte), autonomía (sentir que tienes libertad para crear y resolver).

El dinero es solo uno de los motores. Si tu trabajo solo te da dinero, quizá te convenga encontrar otro.


El mercado te vende caminos listos.

Te dice cómo vestirte, a qué hora trabajar, cómo definir el éxito.

Pero vos podés preguntarte:

—¿Y si no quiero ese camino?
—¿Y si no quiero ser jefe?
—¿Y si quiero tiempo más que títulos?

Esas preguntas son semillas, depende de ti si las quieres cultivar.

Si te interesa leer mas sobre el trabajo, sus mitos y su verdades te recomiendo las siguientes entradas:

Scroll to Top